Además el paisaje está cambiando continuamente, y esto se debe, a que está influenciado tanto por la energía externa que le ofrece el Sol, como por el calor interno de la Tierra.

Gracias al calor interno de la Tierra, se producen unos procesos geológicos internos (actividad volcánica y choque de placas) y se forma el relieve de los continentes y el relieve oceánico.

Pero el Sol es el responsable de la acción de los procesos geológicos externos, que junto con el clima, los seres vivos (vegetación, animales...) los vientos, el movimiento de rotación de la Tierra, la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol, y el la acción del hombre, actúan sobre el relieve que se ha formado. Produciendo así la erosión, meteorización, transporte y sedimentación del mismo. 

El agente más importante es el CLIMA.

Por lo que, los agentes geológicos internos forman el relieve, y los agentes geológicos externos dan forma al relieve.